La Memoria de Cáritas en 2019: "Hubo cierta fatiga de la solidaridad que ha cambiado radicalmente estos meses"

Las cáritas diocesanas y parroquiales atendieron en 2019 a un total de 2,4 millones de personas, gracias a la inversión de 337 millones de euros. Así lo recoge la Memoria anual presentada este jueves. Del total de personas acompañadas, casi 1,5 millones fueron de nuestro territorio, mientras que los restantes corresponden a la cooperación internacional.

Por programas, donde se concentra el mayor número de participantes son Acogida y Asistencia (72,7), seguidos de Empleo y Economía Social (7%) y Familia, Infancia y Juventud (6,2%). En cuanto al destino de los recursos invertidos en 2019, las partidas presupuestarias más destacadas han sido Acogida y Asistencia (22,7% del total); Empleo, Comercio Justo y Economía social (17%); Mayores (10,3%); Personas Sin Hogar (10%); Familia, Infancia y Juventud (7,8%); y Cooperación Internacional (6,8%), entre otros.

Austeridad e independencia

Un año más, destaca el compromiso que Cáritas mantiene con la austeridad en la gestión, ya que sólo 6,7 céntimos de cada euro se destinan a gastos de Administración.

Otro dato sobresaliente, que sigue la tendencia habitual de ejercicios anteriores, es el porcentaje de apoyo privado las acciones de Cáritas, que representa el 71% (239 millones de euros) del total de recursos invertidos. Similar tendencia se confirma en la financiación pública, que suponen el 29% (casi 98 millones de euros) del total. Es decir, de cada 100 euros invertidos, 71 proceden de aportaciones privadas y 29 de fondos públicos.

Al abordar el apartado de los recursos humanos que hacen posible toda la actividad de Cáritas, que se apoya, según se recoge en la Memoria anual, en 80.995 voluntarios y 5.571 personas contratadas, Natalia Peiro señaló que “junto a la aportación económica no es menos importante la misión de los voluntarios que han hecho posible en los últimos meses a las acciones de Cáritas para contener los efectos sociales del coronavirus”. ”Finalizado el Estado de Alarma, para nosotros es un reto mantener este espíritu solidario y el compromiso gratuito que hacen de Cáritas una organización voluntaria”, subrayó.

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Son datos que ha aportado la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, que ha remarcado que durante el 2019 se percibió cierta fatiga de la solidaridad: "Tras una década de esfuerzo social por superar la crisis de 2008, veíamos esa fatiga, porque muchos veían que la sociedad de las oportunidad, consumista y acomodada era mayoría, de manera que la pobreza era invisible. Esto provocó una sociedad más desvinculada a la hora de hacerse cargo de los que más lo necesitan".

Una realidad que dio un giro de 180 grados meses después, con el estallido de la crisis del COVID-19: "Ha cambiado el escenario de manera radical. Podemos afirmar que esta fatiga de la compasión ha dado lugar a un rebrote esperanzador de la solidaridad. En los tiempos más duros sacamos nuestra mejor cara, dando paso a lo verdaderamente esencial".

El obispo de Astorga y acompañante de Cáritas en la CEE, Monseñor Jesús Fernández, ha recordado que son muchas las personas que ahora caminan por la vida sin rumbo, y que se ha visto agravada como consecuencia de la pandemia del COVID-19, "que nos ha dejado una crisis económica, sanitaria y social. Miles de personas han perdido el trabajo o están inmersos en los ERTE, por lo que las necesidades de ayuda crecen Pero en medio de esta incertidumbre, bastantes hermanos descubren la presencia de Dios".

Monseñor Jesús Fernández ha reivindicado el papel de la Iglesia en este contexto tan difícil para España: "No hemos estado ausente. Además de hacer un esfuerzo para mantener vivas las celebraciones y hacerlo llegar a sus fieles desde los hogares, todo el pueblo santo de Dios se ha moviizado de forma intensa y constante para acompañar a las personas que están solas, recaudar fondos para dar respuesta a las ncesidades materiales y espirituales de quien lo necesita".

Línea en la que ha ido el presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón, que ha recordado que en 2019 se han logrado dar importantes pasos en cuanto a la solidaridad, pero "ahora nos toca aunarnos para que lo adelantado no sufra un retroceso como consecuencia de la pandemia. Un azote que golpea a las comunidades mas desfavorecidas. Por eso hoy, cada gesto, cada ayuda, contará más que nunca".