Mateo, el diácono de sotana de 25 años que se ha hecho viral por cómo juega al baloncesto

Tiene apenas 25 años, en junio será ordenado sacerdote y está empeñado en ayudar a los jóvenes de su diócesis. Se llama Mateo Aguado y estos días se ha hecho muy popular en redes

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Mateo ha sido entrevistado en el programa ‘Ecclesia’ de TRECE que los domingos se emite a las 13 h, justo después de la Santa Misa. Durante la conversación con el presentador, ha dejado claro que no se esperaba para nada la repercusión del vídeo y que, a pesar de ello, continúa con su día a día como si no hubiera ocurrido nada.

Ha sido un boom mediático que no esperábamos ninguno”, pero “lo mejor es la intrahistoria”, ha comenzado contando. “Veníamos de una Adoración y estábamos en el claustro del Colegio de San Agustín de los Jesuitas”. “Me invitó mi amigo jesuita el padre Dani Cuesta: allí tocamos los dos la guitarra y animamos un poco la Adoración con los jóvenes”. “Después de rezar un rato - ha continuado - las jugadas salen mucho mejor”.

Mateo ha explicado que “nos pusimos a jugar al baloncesto después de irnos a dormir” y “después subieron el vídeo a las redes”.



Una afición familiar

La afición al baloncesto le viene desde pequeño. “Desde muy, muy pequeño, todos mis hermanos - somos cinco - hemos jugado siempre al baloncesto, menos el menor que era entrenador. El basket siempre ha sido lo nuestro. Primero veíamos los partidos del equipo de la ciudad, el Rosalía de Castro y luego el Obradoiro, jugando en las pistas de dónde vivíamos y en la ciudad…”, ha contado emocionado.

Además, el equipo de investigación del programa ha logrado una imagen inédita: ha recuperado la fotografía de una canasta algo estropeada que Mateo tuvo en su habitación durante varios años. Riéndose ha confesado que “había perdido el contacto con esa foto, pero en mi casa con cualquier cosa… antes no teníamos esa canastitas y jugábamos simplemente con una papelera que poníamos con unos cojines”, por lo que “cualquier excusa era buena para tirar una pelota de papel o de plástico y jugar todos en la habitación molestando a mis padres un poco”.



Sintió la llamada a los 16 años

Tras comentar algunos comentarios que ha recibido estos días elogiando su forma de jugar, Mateo ha contado que descubrió la vocación a los 16 años. “Fue en el instituto. Siempre he tenido una familia muy cristiana que me ha apoyado mucho en el camino de fe y a partir de Bachiller cuando mi fe da un paso más adelante y ante la pregunta de un sacerdote muy querido se me enciende una pequeña luz”.

Nunca jamás me había preguntado el por qué no ser sacerdote y llevándolo a la oración, con mi director espiritual me di cuenta de que el Señor siempre me había estado llamando a eso y realmente iba a ser muy feliz si seguía este camino”, ha añadido.

A pocos meses de recibir la ordenación presbiteral, Mateo ha explicado también que “en estos dos últimos años me ha tocado trabajar mucho en la Peregrinación Europea de Jóvenes (la PEJ, celebrada la primera semana de agosto del año pasado)”. “Me tocó coordinar con otros tres jóvenes el tema del voluntariado de esos 500 voluntarios gallegos para esos 12.000 jóvenes que vinieron a la ciudad del Apóstol. Para mí fue una experiencia espectacular”, ha concluido ante las cámaras de TRECE.

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