Viviendas destrozadas y obligados a huir: así fue el ataque contra 4 familias cristianas en este de la India

Los hechos tuvieron lugar en el distrito de Kandhamal, donde en 2008 se produjeron constantes ataques contra la comunidad cristiana, y que costó la vida a más de 100 personas

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La India vuelve a ocupar las portadas por el nuevo caso de discriminación contra la comunidad cristiana, esta vez en el distrito de Kandhamal, en el estado de Odisha (al este del país asiático). Se tratan de cuatro familias que han sido expulsadas de un pueblo donde residían por el simple hecho de profesar su fe en Dios y pertenecer a un grupo pentecostal indio, ‘Jesus Calls Prayer Tower’.

Todo comenzó cuando el pasado 19 de septiembre, las mujeres de estas familias se desplazaron a buscar agua a un arrozal, ya que previamente les impidieron extraerla del pozo principal del municipio.

Luego, un grupo de hombres y mujeres irrumpieron en sus viviendas sin que hubiese una provocación previa. Los asaltantes, además de entrar en los inmuebles, golpearon a los integrantes de las familias y tiraron el agua que habían recogido para que no pudiesen hacer uso de ello para cocinar o asearse.

Dos de las familias optaron por huir al bosque, mientras que las dos restantes abandonaron el pueblo para refugiase en casa de unos parientes en un pueblo cercano. Dos días más tarde regresaron a Ladamila y, para su desgracia, encontraron sus viviendas destruidas.

No solo se quedaron sin hogar, sino que también recibieron amenazas por haberse convertido al cristianismo. El equipo jurídico de la Archidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, dirigido por el padre Dibyasingh Parichha, está ayudando a las familias, para que puedan presentar una denuncia en la comisaría local. "Aún no han podido regresar al pueblo. Es grave que algunos cristianos sigan siendo perseguidos simplemente por su fe en Jesucristo”, comenta el sacerdote.

Por su parte el arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, Mons. John Barwa, se refiere a estos episodios violentos como “un trato discriminatorio, cruel, inhumano y degradante. Después de todos los esfuerzos que se han hecho para restablecer la paz, es doloroso y vergonzoso que nada pueda detener las agresiones y amenazas contra los cristianos. ¿Qué se puede decir de la gente que niega a sus conciudadanos hasta el agua para beber? Este comportamiento es inhumano", se preguntaba entre lamentos.

No es el primer ataque sufrido contra la comunidad cristiana en el distrito de Kandhamal, ya que muchos aún recuerdan la persecución que se produjo contra este colectivo en agosto del año 2008, cuando fueron asesinados más de cien cristianos, más de 6.500 casas fueron quemadas, 395 iglesias e instituciones cristianas fueron atacadas y 56.000 personas fueron obligadas a desplazarse a campos de refugiados temporales o abandonar el estado.

El conflicto surgió cuando a los cristianos se les culpó del asesinato del gurú Swami Lakshmanananda, líder del grupo nacionalista hindú Vishna Hindu Parishad. Y aunque los guerrilleros maoístas reivindicaron el asesinato del gurú, los fundamentalistas hindúes desencadenaron en Kandhamal la más feroz masacre contra la minoría cristiana jamás antes vista en India.

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