De momento, y tras la aprobación el pasado domingo del Real Decreto que obligaba a cerrar a las industrias de productos que no son de primera necesidad, la cerámica está viviendo horas de trabajo a contrarreloj tanto en cuestiones productivas como comerciales.

Y es que ayer lunes se vivieron momentos totalmente diferentes dependiendo de las empresas. Mientras algunas acataron a la primera la orden y fue apagando máquinas de manera paulatina, otras seguían e incluso aceleraban su producción de cara a tener un mayor stock antes de la paralización total.

Finalmente, y tras 24 horas de moratoria, hoy ya se han iniciado los trabajos en todas las empresas para paralizar con seguridad las máquinas, un tiempo extra que han demandado desde el sector para evitar unas mayores pérdidas, tal como explica el secretario general de ASCER Alberto Echavarría.

El parón afecta tanto al azulejo como a la maquinaria cerámica y también se unirá el sector de fritas, esmaltes y colores cerámicos, que pese a que se podía incluir como “actividad esencial” al formar parte de la industria química, prefiere parar de cara a aumentar la seguridad sanitaria. Así, las empresas dentro de ANFFECC mantendrá sólo los servicios mínimos para el mantenimiento de sus máquinas y potenciará el teletrabajo en todos aquellos puestos donde sea posible.

En lo que sí se han unido ambas patronales, e incluso entes como la Cámara de Comercio, es en criticar la inseguridad que provocó el retraso en la publicación del Real Decreto, que hizo que muchas empresas no supieran cómo actuar hasta última hora, y en demandar que esta paralización llegue acompañadas de otro tipo de medidas para asegurar la liquidez y algo de estabilidad económica.

Para ello, por ejemplo, desde ASCER reclaman la posibilidad “que las cargas y expediciones se permitan durante el breve periodo que el sector necesita para parar las instalaciones fabriles” o también “la aprobación de ventajas fiscales que incluyan el aplazamiento de pagos tributarios a todos los niveles y en sectores exportadores como el nuestro, sobre todo el adelanto del pago de las devoluciones de IVA”, mientras que la Cámara también reclama medidas que “eviten convertir en irreparable este daño causado a sectores tan estratégicos para la economía”.

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Desde el Gobierno autonómico ya se están planteando algunas soluciones para toda la industria, con cuestiones como una inyección de 2.200 millones de euros de liquidez o la puesta en marcha de un Plan Marshall para la reconstrucción.

Toda esta cascada de situaciones llega tras unos días de nerviosismo e incertidumbre, de descenso de demanda internacional y cierre del mercado nacional, y de demandas por parte del sector para tratar de minimizar el impacto, tanto a nivel autonómico y nacional como también a nivel europeo. Así, el presidente de ASCER, Vicente Nomdedeu, apuntaba que “urge acelerar las negociaciones sobre cómo apoyar económicamente a los países de la UE más afectados por el COVID-19, si no queremos perder el tren de una posible recuperación. Nomdedeu apunta que “más que nunca la UE tiene que tomar medidas extraordinarias, ante una situación de excepción”.

Junto a todo ello, el parón también se está notando en otros apartados del azulejo como es la investigación. Así, la Universitat Jaume I anunció ayer que sólo se mantendrán los trabajos en aquellos proyectos impulsados para combatir el coronavirus. Entre ellos siguen 2 del ITC, tanto el RESISTENCIA TEAM que trabaja junto a otros institutos tecnológicos para construir un respirador, como otros a través del proyecto “coronavirusmakers”, que está desarrollando mediante impresión 3D la producción de viseras para proteger cara y ojos de personal sanitario, un material que también se podría entregar a otros sectores de profesionales en riesgo como policías, personal del sector de la alimentación, farmacias, o transporte público.

Además, el ITC, junto a los otros institutos tecnológicos y la conselleria de Economía se han movilizado para garantizar el abastecimiento de productos sanitarios homologados (mascarillas, geles hidroalcohólicos, viseras…) así como para desarrollar de nuevas soluciones innovadoras que ayuden a paliar la carestía de éstos.

Los esfuerzos se centran en estos puntos ya que otros han quedado en punto muerto. Es caso del proyecto europeo Lightcoce, que aplazaba la reunión prevista para este mes de marzo hasta finales de junio o principios de julio en la Universidad de Atenas, siempre que las actuales circunstancias de emergencia sanitaria hayan remitido y así lo permitan las autoridades competentes. En este sentido, el ITC, junto a la firma Keraben, está trabajando en el desarrollo de materiales cerámicos más ligeros, dentro de la finalidad de este proyecto, que es crear y desarrollar un ecosistema de instalaciones y servicios para diseñar, ejecutar y ampliar estructuras y materiales multifuncionales ligeros, a base de hormigón y cerámica, como ya hemos mencionado.

Junto a ello, y para finalizar, destacar un detalle breve y 2 muestras de solidaridad de empresas del sector. La primera tiene que ver con la agenda a medio plazo, concretamente con la última gran feria del sector como es la italiana Cersaie en Bolonia. El encuentro, que está programado para finales de septiembre, sigue con los trabajos para que pueda realizarse e incluso las entradas están cerca de agotarse.

Y la solidaridad llega de la mano de Azulíber, que ayer realizó entrega al Hospital Provincial de todas las mascarillas y gafas de seguridad de las que disponía en sus plantas; y para Kerakoll, que de cara a facilitar el trabajo a un sector afectado por el cierre de bares y restaurantes como es el de los transportistas, ofrece a los conductores que por cuestiones laborales acuden a la empresa hasta finalizar el estado de alarma sanitaria, un servicio de catering mediante la entrega de una bolsa de picnic en sus oficinas de expediciones para que así, estos puedan realizar una comida completa.