Santoral

San Fernando rey fiel a Dios y los hombres

La humildad se muestra en todos aquellos que independientemente de su condición, se sienten pequeños ante Dios y ante los demás.Hoy, en los comienzos de la segunda parte del Tiempo Ordinario después de La Pascua, es la conmemoración del rey San Fernando III, ejemplo de sencillez en todo su reinado. Nacido en 1198, fue hijo de Don Alfonso IX de León, primo del también rey Santo Luis de Francia.

En un periodo de innumerables batallas y guerras contra los musulmanes, obtuvo grandes victorias, pero nunca usó la venganza como arma. Sus abundantes tierras, que conformaban el reino, jamás le alejaron de su verdadera aspiración: La búsqueda del reino de Dios y su justicia, sabiendo que lo demás viene por añadidura, como bien señala el Evangelio. Precisamente por eso, siempre pedía que la Fe católica se dilatase por todos sus dominios, entre todos sus súbditos.

Una petición que siempre ponía bajo la protección de la Virgen, a la que profesaba una dulce devoción. No en vano, entronizó su imagen por toda Andalucía para que el Sur de la Península fuese, en verdad, “tierra de María”. Este caballero de Cristo, había tenido multitud de éxtasis y experiencias de Fe con Jesús, a Quien llamaba su verdadero Señor, a quien siempre se confiaba. Si su vida fue tan sencilla, no lo fue menos el momento de su partida hacia el Cielo.

Postrado en cenizas, recibió el Auxilio Espiritual de los Santos Sacramentos.Después llamó a su esposa e hijos a los que pidió insistentemente perdón por sus muchas imperfecciones. Lo mismo hizo con toda su gente de la Corte que le había servido. En medio de este clima, cantó el Te Deum, en acción de gracias a Dios por todos los beneficios recibidos en su Reinado. El rey San Fernando morirá en el año 1252.

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